Érika, sesión de fotos de comunión
El pasado sábado tuve el PLACER (y bien escrito queda en mayúsculas), de asistir a la comunión de Erika. La sesión de comunión de Erika ha sido muy especial para mí. Cuando la vi bajar las escaleras con su vestido, tan feliz supe que tenía un 50% de mi trabajo hecho porque fue muy fácil sacarle una sonrisa. Que derrochaba felicidad era un hecho que volví a comprobar el sábado en la ceremonia. Creo que todos los allí presentes nos emocionamos de verla tan contenta, tan radiante. Hay veces que no me creo lo afortunada que soy de tener este trabajo. Es creativo, (esta cabeza no puede parar nunca quieta…), me enseña cada día algo nuevo, me lleva a tratar con muchas personas diferentes, me obliga a fijarme en los pequeños detalles y me da la oportunidad de crear cosas que perdurarán para siempre: las fotos.
Gracias Pilar por tu cariño, por confiarme un recuerdo tan especial para tu hija. Muchísimas gracias, Erika por tu dulzura, por conseguir emocionarme, por enseñarme que nunca es tarde para ilusionarnos por las cosas más sencillas.